miércoles, 12 de agosto de 2009

Prólogo



19 de Marzo de 1997
El cielo pintaba gris, las nubes ocultaban el sol y una tenue llovizna bañaba el rostro de los asistentes al funeral de Rocío Almagro. El día estaba triste, al igual que todas aquellas personas que se congregaban frente al gran ataúd blanco rodeado de flores. Sólo un hombre permanecía impasible, Rafael Ortega, el viudo.
Junto a él, se encontraba una niña pequeña, de unos siete años, morena con el pelo rizado y ojos verdes tales como los de su difunta madre
Los tenía inundados en lágrimas, y aferraba con fuerza la pierna de su padre.
-papá... -sollozó, y este la abrazó fuertemente
-Tranquila, Julia, todo va a salir bien.



23 Octubre de 1999

-yo no quiero ese lado, la ventana me da miedo por las noches...-refunfuñó Cora, una niña de 9 años morena, de pelo corto y ojos de un intenso marrón.
-Pues yo quiero aquí-dijo Julia, sentándose en una cama pegada a la pared.
Desde el piso inferior se oían las voces de Rafael e Alicia.
Ambos estaban sentados en dos banquetas de madera recién compradas.
-¿Estás seguro de que quieres dejarla aquí?-preguntó la mujer a su cuñado
-No puedo llevarla conmigo, es demasiado peligroso. En la marina no aceptan a niñas
-No te preocupes por ella, aquí será el mejor sitio donde la puedas dejar...


15 de Septiembre de 2007
Una farola chisporroteaba mientras una mosca jugaba con ella. Era sábado por la noche, y el cielo estaba totalmente despejado.